Synopsis
Mike Alfreds recuerda cómo, en los primeros años de su compañía Shared Experience, hizo un montaje de la novela de Dickens Casa Desolada que duraba diez horas, con los actores vestidos de calle, en un escenario vacío sin efectos de luz ni de tecnología; y cómo, aun así, al término de la función se le acercaban espectadores para felicitarle por «las maravillosas luces» del fuego de la chimenea en las casas y de las farolas de gas en las calles. Nada de eso estaba en el escenario pero el público lo había «visto»… lo cual parece una buena ejemplificación de su concepción del teatro: «Un grupo de personas [público] que observa a un segundo grupo de personas [actores] que se convierte en un tercer grupo de personas [personajes]». Para él realmente no se necesita más. Lo único realmente imprescindible del teatro son los actores y el público. Este libro es una detalladísima descripción del trabajo conjunto entre director y actores para conseguir que la función sea, como dice su título, Diferente cada noche. La larga experiencia del autor como director de escena –del National Theatre a la Royal Shakespeare Company, pasando por el Globe y un gran número de compañías en distintos países− le permite exponer un gran número de ejercicios y técnicas e introducirnos en la sala de ensayos para que el actor pueda no solo dar vida al texto sino prolongar esa vida hasta la última función.